
Cuando tras veinte años de ausencia, Leo Pizzola regresa de Estados Unidos a Santo Fico -un pueblecito perdido de la Toscana- descubre que el decorado de su juventud no ha cambiado demasiado, pero tal vez sí sus habitantes: Marta, su primer y único amor, apenas le habla ahora; Topo, que fue su mejor amigo, se comporta de forma recelosa, y el padre Elio, el pilar de la fe del pueblo, que está atravesando una crisis espiritual.
Cuando Leo y Topo, recordando los tiempos de picaresca de su juventud, empiezan a orquestar una serie de artimañas para atraer a los incautos turistas extranjeros al pueblo, ven cómo de pronto sus argucias terminan adquiriendo el cariz de auténticos milagros que operan cambios significativos en sus habitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario